jueves, 16 de septiembre de 2010

[APH] Marachella (Fanfic)

Les traigo otro de mis fics X3 el primero de Hetalia que hago largo kesesesese~... y es otro Prumano 8D siii creo que viene siendo mi pareja trauma XDDD bueno

Datos de la Autora....

Nombre: Deidi o Dark
Edad: 18 años
Vive en: OwO por ahi
Notas de la autora: Bene XDD digamos que esta historia se me ocurrio en un momento LOL mientras veia unas imagenes y asdasdasdasda surgio OwO


Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Hidekazu Himaruya

"Marachella"


Aquella tarde era hermosa y tranquila, si aquellas que son ideales para salir y dar un pequeño paseo por algún parque, relajarse y olvidarse de los problemas. Vaya que si, esa era una agradable idea pero a Lovino se la había ocurrido una idea mucho mejor, ir a visitar a la familia, sí, eso era perfecto, después de todo tenía ya tiempo que no veía a su pequeño hermano Feliciano y estar tanto tiempo con la actitud un poco melosa de España lo enfadaba y bastante, así que decidió hacerlo, ir hasta la casa del pequeño Italia del Norte a pasar un rato con él. Sin embargo, al llegar a la casa de su hermano, se llevo la gran y poco agradable sorpresa de que este no estaba.

—¿Dónde demonios estará?— se pregunto en voz baja—Ah, pero que imbécil e idiota soy, claro, es más que obvio—

Dicho esto comenzó a caminar hacia la casa de Ludwig, claro, seguramente ahí debía de estar Veneciano, aunque la simple idea de ir a la casa del macho-patata le daba horror, pero quería ver y molestar a su hermanito pequeño. Una hora paso y al fin llego a su destino, la casa de Alemania.

Estando frente a la puerta, suspiro con molestia—Bien, si aquí no está ni de estúpido me voy a la casa de Japón ya me canse—toco a la puerta y espero

Segundos pasaron y de rato la puerta se abrió, pero no era ni Ludwig ni mucho menos Feliciano quien se encontraba ahí.

—¡Mi querido Lovi!—grito con emoción—Pero que sorpresa es esta, neee...que milagro que vienes a visitar al grandioso yo...kesese—

Si, era Prusia.

—Cállate bastardo a ti ni quien quiera verte— respondió molesto —Busco a Veneciano—

—Ita-chan, uh, está en una cita romántica con West— sonrió con burla el albino—Ira, ¿no te alegra que vayamos a ser parientes?—

—¡Eeeek!...¡Eso no lo digas ni de broma maldito prusiano!—se cruzo de brazos y entro a la casa del alemán

—Si, claro estás en tu casa Romano— sonrió de lado mientras cerraba la puerta

Grazie, lo sé— dijo mientras caminaba hacia la sala

—Parece que Antonio no le enseño modales—hablaba en voz baja con un poco de molestia el prusiano— unverschämt...—siguió el camino que el italiano había tomado hasta llegar a la sala donde vio a este sentado en uno de los sofás—Y ahora te lo pregunto—hablo sonriente—¿Antonio no te enseño modales?—

—¿Hn?—miro al albino y soltó una leve risa—Si lo hizo, parece que nunca le puse atención—

—Si, ya me lo imagino—suspiro con pesadez y se sentó en otro sofá

Se mantuvieron en silencio por largos minutos, los cuales el italiano se la había pasado viendo con molestia la puerta sabiendo que en cualquier momento Feliciano entraría por ahí junto con Ludwig, mientras tanto Gilbert mantenía su vista en Lovino, analizándolo, cosa que el castaño noto.

—¿Qué tanto me vez?—pregunto con un deje de molestia al albino

—Me pregunto, y digo nadamas es una preguntita inocente...¿Por qué estas tan traumado con los tomates?—

—La mala influencia de España y te viene valiendo—respondió el castaño

—¿Me lo juras?—alzo una ceja

—Te lo juro, además la pasta y la pizza no sabrían igual sin el tomate—sonrió con burla— Pero tú que vas a saber sobre buena comida, eres alemán después de todo, con gustos extraños y...—suspiro—Tu entiendes—

—¡Ja!, maldito italiano, bien que sabes que somos mejores que tus tomates, en especial yo digo...soy un ser grandioso— dijo el albino sonriendo abiertamente

—Ah, claro, ¡ja!, tan grandioso que el niño se quedo sin territorios— comenzó a reír

Prusia se mantuvo algo serio mientras esperaba a que las risas de Romano cesaran, y antes de esto su sonrisa volvió a su rostro.

—Si bueno, al menos en las tanta batallas que he tenido he sabido defenderme y no salgo corriendo y gritando como cobarde hasta la abarrotera más cercana a comprar tomates para que se me pase el miedo —mantuvo su sonrisa— Por que a los italianos les asusta hasta cuando una mosca les pasa volando cerca—

—Maldito cerebro de pollo—

—Niño cara de tomate—

—¡Te pegan las niñas!—

—¡Te tropiezas con una catarina!—

—¡Jodete Prusia!—le lanzo un cojín en el rostro al nombrado

—¡Jodete tu primero!—se lo devolvió pero fallo

—¡Ja, te falta tino!— se puso de pie y se escondió detrás del sofá

—Te voy a enseñar cómo me falta tino, Arsch

El peliblanco se puso de pie con otro cojín en mano y se dirigió hacia el sofá, sonriendo con malicia y dispuesto a golpear al Italiano que se encontraba oculto tras el mueble. Lo rodeo, y su sonrisa se agrando, comenzando a reír como maniaco.

—¡Verdufte, Romano!—

—¡Gyaaaa, Stronzo!—

Gilbert rio de la misma manera que antes pero con más intensidad y se lanzo contra el castaño.
Las horas siguieron pasando, el cielo comenzaba a oscurecerse y afuera de la casa apenas iban llegando Italia y Alemania de su entrenamiento, el más pequeño venia jugueteando con unas esposas que eran sin duda del rubio. Las abría y cerraba a cada momento, riendo y diciendo sus característicos "Vee's~".

—Llegamos Italia ya guarda eso—hablo el rubio mientras sacaba las llaves para abrir la puerta de su casa

—Nee, está bien— sonrió—¡Uh, corre, quiero hacer pasta!—

—Pasta—suspiro—Bien— al momento de introducir la llave noto que la puerta se encontraba sin seguro — Por qué presiento que Gilbert vino de visita— dijo en susurro

—¡Prusia-nii-chan!— grito con emoción

Alemania no dijo nada, abrió la puerta, entro tranquilamente seguido de Veneciano hasta que llego a la sala donde se detuvo y encendió las luces, en ese momento un tic nervioso en su ojito se hizo presente, quedándose sin habla ante lo que veía.

—Oh cielos—hablo Feliciano al ver lo mismo que veía Ludwig, vio el estado en que este se encontraba—Nee, Nee Doitsu— le llamo y lo movió un poquito

—¡No me jodas!...¡Gilbert Beilschmidt!—grito Alemania

La casa se encontraba completamente desordenada, mas la sala que estaba hecha un asco, los cojines tirados por todas partes, inclusive faltaban algunos de estos, había varios utensilios de cocina en la alfombra, y entre estos destacaban las cucharas y los tenedores, los sillones ni hablar, estaban volteados, al igual que el enorme librero que Alemania tenia con casi cien libros en él y en la cocina bueno, sin comentarios.
Un quejido se escucho debajo de uno de los sillones y de ahí mismo un pollito salió corriendo. Ludwig se acerco al mueble y lo movió esperando ver a Gilbert ahí abajo sin embargo encontró a Lovino.

—¿Romano?— lo miro con algo de sorpresa pero esta cambio a una molesta —¡¿Qué demonios paso aquí?—

—Tsk— se puso de pie de a poco, sobando su cabeza y mirando a los nombrados —¿A qué hora llegaron ustedes?, Itae, mi cabeza—

—Nii-chan, ¿por qué tenias el pollito de Gilbert-nii-chan?—pregunto el menor de los Italianos cargando al pollito en sus manos

—Por qué...¡Ah!, ¡donde esta ese bastado!— comenzó a buscar con la mirada

—¡Bastardo tu abuelo Impero Romano!— grito una voz que provenía de debajo de una montaña de libros que se habían caído con todo y librero sobre el albino

El ojiazul se dirigió hacia donde estaba el librero y lo movió logrando así que el prusiano saliera de ahí.

—Tsk, ¡maldito Lovino te dije que no aventaras el maldito vaso de la licuadora hacia el librero!— le regaño mientras se sobaba la cabeza —¡Casi me matas ahí!—

—¡Me cago en Mussolini por no haberlo logrado!— le grito molesto Romano

—¡Ya con un demonio!—les grito Ludwig, callándolos —Me pueden explicar, ¡¿Por qué hicieron todo este desastre en MI casa?...¡¿Joder, no se pueden llevar bien ni por unas horas?—Los regañó

—¡El empezó!— gritaron en unisonó ambos

—¡No, niño tomate, tu empezaste!—

—¡Estas mal de la cabeza, tienes mierda de pollo en ella por que tu empezaste!—

—¡Ya!— volvió a gritar el rubio

Alemania comenzó a regañarlos, dándoles un sermón y a veces gritándoles groserías en alemán las cuales solo Gilbert entendía y le respondía con un—"La tuya"—, mientras Romano solo inflaba los cachetes en señal de berrinche. Feliciano solo miraba la escena junto con el pollito del prusiano, hasta que una idea cruzo por su mente al notar las esposas que aun tenía en sus manos el castaño menor, miro al pollito y sonrió con malicia.

Mientras en el regaño.

—Joder, pero me van a recoger aquí, ¡quiero que quede limpiecito como lo encontraron antes de hacer esto!—les grito por ultimo para frotar sus sienes con desesperación, tratando así de calmarse

—Yo no voy a limpiar junto con este cabeza de pollo— dijo molesto Romano

—Pues yo no quiero estar cerca del niño cara de tomate—hablo de la misma forma Prusia

—¡Ah, Jodete!—se acerco al albino

—¡Tu vas primero, Jodete!— hizo lo mismo

Comenzaron a gritarse groserías en sus respectivos idiomas hasta que el sonido de un click los hizo detenerse.

—¡Listo!—grito emocionado Veneciano mientras se alejaba y resguardaba detrás de Alemania

—¿Q-Que?—Romano algo sorprendido vio a su hermano correr hacia el rubio y luego su mirada bajo hasta su mano la cual tenía lo que parecía ser una esposa

—No, no me jodas...¡NO!— Prusia viendo lo mismo que Romano
Ambos estaban esposados.

—Italia—le llamo el rubio —¿Y eso?—

—Pollito-san y yo pensamos que tal vez ustedes necesiten estar un tiempo juntos, platicar sobre ustedes, convivir— sonrió abiertamente Feliciano

—Ja, no, no Veneciano, no necesitamos esto—hablo nervioso el mayor de los Italia—¡Suéltanos ya!— le grito

—Etto...lo haría...pero...Vee~—

—Ese "Vee~", no me gusto—dijo el albino

—Las llaves se las deje a Japón y a él lo vemos hasta, hm— hizo gesto de estar pensando—El fin de semana—

—Pues...¡vaya a verlo ahora para les de las llaves!—miro a Prusia—¡No quiero estar pegado a...el!—

—¡West, di algo carajo!, ¿¡Vas a dejar que este...este cabeza de chorlito nos haga esto!— grito molesto Prusia señalando al menor de los Italia —¡Maldita sea, están viendo que no aguanto al niño tomate ni por un mísero minuto y ahora me salen con estas estupideces!—

Ludwig no hablo, solo miraba la escena

—¡Veneciano!—grito Lovino

Mi dispiace molto—mantenía su sonrisa—¡Hora de hacer pasta~!—corrió hacia la cocina

Lovino y Gilbert miraron al menor irse hacia la cocina, para luego mirar al rubio con algo de suplica para que hiciera algo, mas sin embargo este solo sonrió con burla y siguió a Veneciano.

—Que...¿Qué dijo Ita-chan?—Gilbert, con tono nervioso

—Que lo sentía mucho—respondió Lovino de la misma manera

—Entonces, duraremos así...—

—Una semana— completo la frase del prusiano

—Ya me jodi—dijeron ambos al momento en que eran rodeados por un aura depresiva

Continuara...


Glosario...
Grazie: (Italiano) Gracias
Unverschämt: (Alemán) Mal educado (o algo así me dijo Izhi x3)
Arsch: (Alemán) Cabrón
Verdufte: (Alemán) Vete a la mierda
Stronzo: (Italiano) Bastardo
Mi dispiace molto: (Italiano) Lo siento mucho (:D) Leer más »

[APH] Rip Release (Fanfic)

Les traigo otro de mis fics X3 aun esta en proceso por cierto asi que bueno los dejo leyendo


Datos de la autora...
Nombre: Deidi o Dark
Edad: 18 años
Viven en: un lugar X3
Notas de la autora: OwO lo saque de la cancion Rip Release de vocaloid nwn ¡Disfruten!


Pareja: Prumano (Prusia x Romano)
Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Hidekazu Himaruya
Prologo

Su mirada se encontraba apagada, su rostro solo mostraba una sonrisa triste, miraba la acción que había cometido hace un par de horas, aquella acción que lo hacía sonreír con amargura, se sentía mal al haber hecho que esa mirada carmesí perdiera su brillo, sin embargo, se sentía feliz... feliz porque al fin había terminado con la causa de su dolor. Apretó con fuerza el arma de fuego que tenía en sus manos, mientras que un punzante dolor se hacía presente en su abdomen, rió por lo bajo.

—Me negaste— dijo al momento en que trataba débilmente de ponerse de pie, usando como apoyo la pared —Nos hubiéramos ahorrado ésto, si tu corazón solo hubiese sido mio—

Miró sus manos, manchadas por su misma sangre y un poco por la sangre ajena, en ese momento una traviesa lágrima escapó de sus ojos, sin embargo, su sonrisa no desaparecía.

...
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miércoles, 15 de septiembre de 2010

[APH] Perverts Tomatoes (drabble)

¡Ciao!

Ahora les traigo este mi primer Drabble XDD de los Bad Friends Trio que amo tanto dios como quisiera que fueran mios TwT bene dejo leyendo

Datos de la autora...
Nombre: Deidi o Dark
Edad: 18 años
Vive en: Un lugarcito xD
Notas de la autora: Espero no hacerlos pensar mal, esta historia fue para un clan XD mi amado clan Gakuen_APH, donde soy Spain *O* sin mas disfruten!


Disclaimer: Los Bad Friends Trío no son míos T-T aunque quisiera que lo fueran snif, son propiedad de Hidekazu Himaruya


Aun no lo entiendo y seguiré sin entenderlo, la manera en la que estos dos me miran, demonios, ¿Pues qué hice? Francia y Prusia habían entrado a la cocina interrumpiendo un momento algo especial para mí, me habían gritado pervertido al mismo tiempo, pero si yo nadamas estaba disfrutando un pequeño momento intimo con aquello que más amo en el planeta.

— ¿Pervertido por qué?—

Les pregunte con mi tono de inocencia habitual, inocencia, si, por que yo no estaba haciendo nada malo, solo estaba dándome placer a mi solito, no le encontraba nada malo a ello.

— ¡Ah, pero si bien que sabes Antonio! Joder esas cosas que decías de..."Delicioso" y...y "Le daré a Romano"... ¡Maldita sea incluso suspirabas demasiado alto para mi gusto!—

—Se le llaman gemidos Prusse—Francia.

—Lo que sea...—

Los miré de la misma manera, analizando lo que había dicho Gilbert y fue entonces que no pude contener la
carcajada.

—Pervertidos serán ustedes— les dije y ambos me miraron —Si, estaba diciendo cosas en voz alta... un tanto pervertidas...pero era por emoción, solo comía tomates—les mostré mi canastita llena de tomates recién cultivados —Vengo de los campos de cosecha y como saque una gran cantidad de estas pequeñas frutitas, no me resistí y se me antojo comer algunas al llegar aquí a la cocina, por que ya saben, adoro comerlos, por que cuando los muerdo sale juguito y...como se que a Romano le gustan también pensé en llevarle algunos—sonreí con burla —¿Qué habían pensado ustedes que estaba haciendo?—

— ¡Nada!—

Y dicho esto ambos salieron del lugar dejándome solo con mis tomates.


~Fin~


Notas Finales: Espero les haya gustado XD si pensaron mal igual que Gilbert y Francis ¬w¬ cumplí mi cometido muahahahaha xD... ese Antonio y sus tomates *w* ¡lo amo!...w. Leer más »

[APH] Bad Apple (Video)

¡Ciao!

Aqui les dejo este video XD de Hetalia OwO uno de mis favoritos por cierto >w< amo la cancion y ADORO los personajes 8D claro que si...

¡Disfruten!


XDD espero y hayan podido reconocer a los personajes UwÚ solo un verdadero fan de hetalia los encuentra XDD o de menos reconoce la mayoria ...kesesesesese~ Leer más »

[APH] Solo una caida (Fanfic)

¡Ciao!

Ahora les traigo un trabajo mio xD una cosa rara...seeeeee mi primer fic de Hetalia y es un ItaliaCest uwù aaaah si amo a estos dos XDD juntos =w=

Datos de la autora...
Nombre: Deidi o Dark
Edad: 18 años (fuck ya soy legal XD)
Vive en: Un lugar escondido de Gto.
Notas de la autora: Disfruten el fic!!! X3


Disclaimer: Todos los personajes de Hetalia son propiedad de Hidekazu Himaruya

"Solo una caída"

Se encontraba tranquilamente sentado en el sofá, con rostro que claramente reflejaba más que molestia, aburrimiento. El día había sido un poco aburrido para el mayor de los Italianos, y esque normalmente para combatir su aburrimiento solía gritarle majadería y media a España, pero el día de hoy se encontraba en casa de su hermano menor, quien lo había invitado para pasar un rato de hermanos, mas sin embargo, Feliciano había olvidado que tenia entrenamiento con Alemania.

—Ese baka— susurró refiriéndose a su hermano —¿Cuánto tiempo dura su maldito entrenamiento?—dijo molesto —Tsk, no sé por qué prefiere estar con ese macho-patatas—
Suspiro con mucha más molestia, recostándose en el sofá, cerrando sus ojos y tratando de olvidar el enfado que sentía. Había comenzado a relajarse cuando el sonido de la puerta abriéndose llamo su atención, de inmediato supo que Veneciano había llegado.

—¡Nii-chan!— le grito desde la entrada —¡Llegue!—

Continuo en su posición, recostado y con sus ojos aun cerrados.

—Siento la demora, nii-chan...— hablo al llegar a la sala y soltó una risa bobalicona —Alemania se puso un poco más estricto y tu sabes, je— rio nervioso

—No importa- dijo —Aunque tuve un maldito día tan aburrido, oye ¿has considerado poner un poco mas de entretenimiento a tu casa?, ¡claro!, como ahora te la pasas mas con ese...—abrió sus ojos y su frase fue interrumpida al notar el estado en que venía el menor.

Su ropa de marinerito, clásica, de entrenamiento estaba llena de tierra y en sus rodillas podía notarse unos rapones que reflejaban una fea y dolorosa caída. En su rostro tenía un raspón, que posiblemente ocurrió en la misma, si no es que en otra un poco más fuerte, esta se encontraba un poco oculta por un curita que muy apenas cubría un pequeño pedazo de la herida.

—¡Por lo mas santo…Feliciano que te paso!— se puso de pie y se acerco un poco al Italiano menor

—Vengo...vengo de entrenar— sonrió aun más nervioso

—¡¿De entrenar?, ¡Pareciera que el cejón de Arthur te persiguió desde la casa del macho-patatas y tu por baka te caíste!— le regaño

—Nii-chan, tranquilo— mantenía su sonrisa mas sin embargo sus ojos reflejaban un poco de tristeza —Si, me caí pero no fue por culpa de Inglaterra-sama, esto...esto paso en el entrenamiento, yo... —comenzó a juguetear con sus dedos índices y bajo la mirada —Hice enojar a Alemania y me ...—

—¡Ese maldito alemán, patata mutante!— interrumpió la explicación de su hermano —¡Pero de esta no se va a salvar...!—

Lovino se acerco a su hermano tomándolo del brazo y ayudándolo a sentarse en el sofá donde minutos antes había estado recostado. Sin decir palabra alguna camino en dirección al baño y minutos más tarde regreso con el botiquín de primeros auxilios, el cual abrió y de este saco, alcohol y gasas para curar las heridas de Veneciano, quien mantenía su mirada baja. Había notado que su hermano mayor usaría aquel liquido que ardía como los mil demonios, pero esta vez en lugar de protestar, lloriquear o cualquier cosa parecida el castaño menor se mantuvo callado. Por su parte Lovino se había hincado en el suelo para así poder curar aquellas heridas en las rodillas de su baka-ototo, estaba que estallaba de furia mientras en una de las gasas ponía un poco de alcohol, detestaba a morir al menor de los alemanes y detestaba aun mas que Feliciano pasara más tiempo con él, bien lo sabía, tenia celos del macho-patata, por el simple hecho de que su hermano pequeño le prestaba más atención a él, pero le costaba demasiado admitirlo, Lovino Vargas no iba a admitir que tenia celos.

Un silencio incomodo se había formado en la sala, el cual fue roto por el castaño mayor.
—¿Quién se cree que es ese fornido, macho-patata?— dijo molesto mientras comenzaba a limpiar el raspón de la rodilla derecha del menor de los Italianos

—Nh...—Fue la respuesta de este ante el ardor que el alcohol le ocasionaba

—Cómo si fuera la gran cosa, dando órdenes, gritando de aquí para haya...maldito creído—hizo una pausa a su regaño, solo para cambiar la gasa que ya se encontraba manchada de sangre y tierra de la herida —Y tu Feliciano, ¡¿por qué no te defiendes?— hecho alcohol en una gasa nueva y prosiguió a limpiar la rodilla izquierda —Nunca has sabido hacerlo, desde que vivías con el cuatro ojos de Austria— continuo con el regaño mientras seguía con su labor —No sabes la rabia que me da no poder ir a decirle sus verdades—

Fratello- hablo por primera vez Veneciano —No debes hacerlo, sabes que Alemania...me quiere, no lo hizo con intención...la caída, fue mi culpa—

Romano no respondió ante esto y solo se dedico a seguir con su trabajo. Ya sabía que lo defendería, como es su costumbre y eso lo hacía enfadar... y mucho. Terminando con lo que hacía, coloco dos gasas nuevas en ambas rodillas, adhiriéndolas con un poco de cinta micropore. Alzo la mirada, notando...apenas...el semblante triste del castaño menor.

—¿Feliciano?— le llamo

—Nii-chan... lo lamento— dijo con voz quebrada —Lamento ser...una molestia— una traviesa lagrima resbaló por su mejilla —Sabes que quisiera ser fuerte, dejar de lado mi cobardía y ser un soldado ejemplar —sonrió con melancolía —Así Alemania no se enojaría conmigo, los aliados no nos atacarían tanto y tu...estarías, orgulloso de mi— su sonrisa desapareció

El mayor mantuvo su vista en Feliciano, mas sin embargo no dijo nada en lo absoluto. Segundos pasaron y en sumo silencio, comenzó a recoger las cosas que había utilizado para atender las heridas de las rodillas de Veneciano, tomo asiento a un lado suyo y con delicadeza tomo el rostro de su hermano para voltearlo un poco y así poder quitar aquella curita de la mejilla.

—I-Itae— se quejo Feliciano cuando la curita fue despegada por completo

—Sabes...—hablo por fin—No deberías preocuparte por eso...—dijo mientras colocaba algo de alcohol en una gasa nueva—La cobardía es algo que tenemos naturalmente—comenzó a limpiar la herida —Como buenos Italianos que somos—

—¿Nii-chan?—le llamo sorprendido, olvidándose del ardor es su mejilla que aquel liquido le ocasionaba

—Además, se que Ludwig te quiere como eres—dijo después de haber terminado de pegar una gasa en la mejilla de su hermano

Fratello, ¿Lo llamaste por su nombre?—

—Etto...Si,...No te gusta que le diga macho-patata, ¿No?—evitando la mirada del menor mientras guardaba todo lo que había utilizado en el botiquín

Una sonrisa acompañada con un pequeño sonrojo se hizo presente en Feliciano, sabía perfectamente que a Lovino le costaba mucho expresarse. Sabía perfectamente sobre aquellos celos que sentía cuando pasaba más tiempo con el alemán. Y antes de que Romano se pusiera de pie el menor lo apreso con un abrazo, tomando por sorpresa a su hermano.

—¿Qué pasa Feliciano?—preguntó

Grazie Mille—dijo en susurro soltando al mayor

Prego Veneciano—volteo a verlo notando aquella sonrisa entusiasta la cual caracteriza muy bien a su pequeño hermano

—¡Le diré a Alemania que lo llamaste por su nombre!—gritó con emoción y olvidándose del dolor de sus rodillas se puso de pie y corrió hacia la entrada

—¿Qué?... ¿¡Que!...¡Feliciano Vargas no te atrevas!—se apresuro a seguirlo pero al llegar a la puerta, ahí estaba, de pie, sonriendo con burla —¡No te atrevas baka!—

—No iba a hacerlo, bueno tal vez solo le diría a Prusia-nii-chan—hizo un gesto de estar pensándolo

—No, no, no—Un tic nervioso se hizo presente en su ojito—Ese prusiano es peor que el macho-patata, ¡No, Veneciano!—le gritó

El castaño menor comenzó a reírse al ver las expresiones de su hermano mayor.

—Nii-chan ya sabes que yo siempre te hago caso—mantenía su sonrisa

—Hm—hizo una mueca de disgusto ante lo dicho por Feliciano—Te dije que no siguieras viendo a ese fornido patatas, y...¿me hiciste caso?— se cruzo de brazos

—Bueno pero en ese momento ya, bueno, Ludwig...Yo ya, era su aliado—rio con nerviosismo

Romano se mantenía en la misma posición, cruzado de brazos y con la mueca de disgusto en su rostro. Bufo con molestia y se dio media vuelta para volver a la sala seguido por su hermano.

—Romano-nii-chan— le llamo, pero el nombrado no volteo siquiera—No deberías...tenerle celos a Doitsu— dijo en voz baja

—¿Celos?— dijo con sorpresa Lovino, girándose y encarándolo—Feliciano, ¿Qué te hace pensar que YO, le tengo celos a ese...ese imbécil, fornido, patata mutante—suspiro con frustración —¡Che palle!—

—Nii-chan, beruhig dich—calló de golpe ante lo que dijo —etto...digo tranquillo fratello—rio con nerviosismo

—Fe-Feliciano—un tic en su ojito se hizo presente por segunda vez en el día—A-Acabas de...¡Me hablaste en Alemán!—le gritó más que molesto—¡Como puede ser posible que ya te estés dejando influenciar por ese...por ese...¡Stronzo!—

—Nii-chan, no te enojes...solo, solo se me esa palabra y ya no...—decía aun más nervioso, tratando de calmar a Lovino

—¡Sta zitto che non capisci niente!—interrumpió al menor
Dicho esto Feliciano se limito a escuchar una y cada una de las groserías que su hermano le dirigía a Ludwig.

—¡Ahh, smerdato!... Feliciano te juro que cuando vea a ese idiota patatas, no la va a...—
Su amenaza fue interrumpida por una risilla tonta del menor, sorprendido Lovino lo miro con extrañeza, estaba insultando a Alemania con todas las groserías que se sabía en italiano y agregándole algunas que había escuchado por parte de España.

—¿De qué demonios de ríes?— preguntó cruzándose de brazos

—Nii-chan, tienes una forma extraña de expresar los celos— mantuvo su sonrisa

—¡Ya te dije que no son...!— silenció al ver la sonrisa de Veneciano —B-Bueno tal vez si...lo son...¡Pero eso no quita que te este introduciendo a su estúpida cultura de...!—volvió a ser interrumpido pero esta vez por un abrazo

—Tonto nii-chan, sabes que quiero mucho a Doitsu, somos aliados, entrenamos juntos pero él nunca podrá ocupar tu lugar por que eres mi hermano, mi familia y el único que se preocupa mucho por mi—

—Veneciano— dijo en susurro un tanto sorprendido por las palabras dichas por el nombrado, correspondiendo al abrazo del menor

—Además el que me enseño esa palabra en Alemán fue Prusia-nii-chan...Vee~—con un tonito burlón

Deshizo el abrazo para ver, de nuevo, molesto a su hermano menor —¿Qué demo...?, ¡Ahh!—

El menor de los Italia se le había hechado encima a su hermano, provocando así que este callera de espaldas hacia el piso. Un quejido de dolor por parte de Lovino se hizo escuchar acompañado por las risas bobas de Feliciano.

—Itae...¡¿Veneciano que te pasa?— le grito Romano

—Solo...quise hacerlo, Vee~— Respondió el otro manteniendo su sonrisa y acercando un poco su rostro al del mayor

—¡¿Sabes que eso dolió verdad, baka?... Y tu...estas pesadito así que ya...—noto, hasta ahora, la posición, en la que se encontraban, la cual era algo incomoda—B-Baja...te— dijo con nerviosismo

Estaba pensando mal y se maldecía por ello, maldecía de igual manera a Veneciano, si no fuese por su acción de hace unos momentos de tirársele encima ahora no estaría en aquella situación. ¿Acaso era posible?, el era su hermano, estaba pensando cosas indebidas en ese mismo momento.

Un sonrojo apareció en sus mejillas, el cual era bastante visible, sonrió de lado mientras un aura depresiva lo rodeaba—"Soy un enfermo mental" —se reprocho en su mente el mayor de los hermanos

—¿Hn?... Nii-chan por que estas rojito ¿neee?— pregunto mientras picaba la mejilla derecha de Lovino

—N-No yo no...—

Fratello, tu sonrojo podría verse desde la casa de Doitsu—

—¡Por que siempre lo metes a él a la conversación, Feliciano me estas...!—

El silencio reino en ese momento, los gritos de Romano habían cesado al sentir los labios de su pequeño hermano sobre los suyos. Aquella acción lo había tomado por sorpresa, se mantuvo quieto, estático ante aquello, no sabía cómo reaccionar en ese momento y su sorpresa aumento al notar que su tonto-ototo era hábil con esa boquita suya, ¡Cómo era eso posible!...¿Acaso practicaba con Ludwig?, ¿Su entrenamiento se trataba de eso?. Estas y otras más preguntas pasaban por su mente pero decidió no pensar en el menor de los Germanos, ¿para qué hacerlo?, solo arruinaría aquel extraño pero lindo momento con Veneciano. Comenzó a corresponder al beso, el cual se había convertido de uno tierno y tímido a uno más profundo y apasionado.
Rompieron el beso ante la falta de oxigeno, el sonrojo de Romano había aumentado y miraba con incertidumbre al menor quien solo sonreía tiernamente.

—¿Por qué... Veneciano...tu?—

—¿Ahora si me crees que te quiero mucho más que a Doitsu?— se acerco de nuevo al rostro de Lovino, pegando su frente con la de este —Tal vez pienses que soy un enfermo mental por querer cosas como estas contigo, ¿Vee~?—

—Tsk— sonrió de lado—Es de familia, hermanito...es de familia—

Ai Shuteru— dijo el menor con un tono de burla

—¿A-Ahora en Japonés?—dijo molesto

—Vee~, entonces ¿Je t'aime?—soltó una risita bobalicona

—Eres un baka—suspiro con pesadez

—Me gusta aprender idiomas Nii-chan no te enojes—dijo sonriente—Pero se oye mejor así...Ti voglio bene, fratello

—Si— sonrió —Se oye mucho mejor—

Dicho esto volvieron a juntar su labios en un beso mucho más apasionado que el anterior, abriendo paso a las caricias y a mucho, pero MUCHO más.


Diccionario…
*Fratello: (Italiano)Hermano
*Grazie Mille: (Italiano)Muchas Gracias
*Prego: (Italiano) De nada
*¡Che Palle!: (Italiano) Es como decir ¡Que fastidio!
*beruhig dich: (Alemán) Tranquilo o tranquilízate
*Tranquillo: (Italiano) Tranquilo (XD)
*Stronzo: (Italiano) Bastardo o Gran Bastardo
*Sta zitto che non capisci niente: (Italiano) cállate que tu no entiendes nada (:3)
*Smerdato: (Italiano) Mierda (:3)
*Ai Shiteru: (Japonés) Te amo
*Je t'aime: (Francés) Te amo
*Ti voglio bene: (Italiano) Te amo Leer más »

martes, 14 de septiembre de 2010

[APH] Una voz en mi interior (fanfic)

Hi!!!! aqui les traigo este fic, basado en esta cancion de porta llamada...
"Voces en mi Interior"
Pongo el video por que leer el fic y escuchar la cancion es genial y te lleva mas al ambiente en que se vive la historia y eso...


El fic no es mio, yo solo lo betie XDD....


Datos de la autora...
Nombre: Scath_wolff o Ichi o abejita o alfie
Edad: 17 años (muahaha casi legal)
Vive en: Un panal
Autorizacion y mensaje de la escritora:
"Hula!!... [inserte momento de pena de la autora chiviada]...epedu les guste, nus leemos en FF.net [<<<-falta de imaginacion]..."

XDD leanla en Fanfiction!!!

Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Hidekazu Himaruya

Una voz en mi interior.


— Kumajiro, necesito hablar —dijo un joven rubio entre sollozos. El oso le miró como si esperara que el joven continuara — Lo han vuelto a hacer, mis compañeros me han golpeado. No entiendo porque lo hacen si yo nunca les he hecho nada. Sólo dicen que soy débil y que soy raro…

Matthew Williams es un joven canadiense de sexto semestre de preparatoria. Es un joven tranquilo y es de los más inteligentes de su escuela. Desde pequeño, sus compañeros de grupo solían pedirle ayuda para las tareas y demás asuntos académicos y él los ayudaba, pues también es muy amable.
Le gusta la música y también el hockey, como a casi todos sus compañeros de clase. Pero no le gusta mucho jugarlo, después de todo, las actividades físicas nunca habían sido su fuerte. Sin embargo, se había unido al equipo escolar en primer semestre. Nunca había tenido muchos amigos, así que lo hizo para poder integrarse.
A pesar de todo, este último año de preparatoria parecía que se había vuelto invisible para sus actuales compañeros y sus maestros. Excepto para un grupo de cuatro brabucones de su salón, Gilbert, Francis, Antonio y Lovino.
Estos chicos lo maltrataban desde mediados de primer semestre. Física y psicológicamente. Matthew lo recordaba bien pues, desde la primera vez que lo hicieron, se había convertido en rutina. Y no sólo eso, sino que había llegado a cambiar su vida.

En su segundo semestre, el joven dejó el equipo de hockey. Perdió el interés en integrarse con sus compañeros. Hasta sus maestros decían que había cambiado: antes, era su alumno estrella, pues siempre participaba, pero después de un tiempo, dejó de hacerlo. Poco antes de terminar el semestre, el maestro tutor había llamado a su padre, Arthur, para hablar con él acerca del cambio de actitud de Matthew.
Y desde ese día, su padre comenzó a quejarse de él, diciendo que era un chico problemático. Así que sólo podía hablar con su hermano, Alfred. Pero también eso cambió luego de que un día fue a hablar con él en el descanso (pues iban en la misma escuela). Ese mismo día, al final de clases, Gilbert y su grupo lo esperaban en la salida de la escuela con otras personas. Poco más de diez. Y antes de golpearlo como nunca, le amenazaron.

"Alfred no va a ayudarte, él está con nosotros" —recordaba perfectamente lo que le habían dicho — "Nos dijo que fuiste a lloriquear con él, jajaja…"

"Si vuelves a llorar con Al, te daremos otra paliza, niño"

"¡Vamos a darle!"

Después de que lo hubieran golpeado, se quedó un rato en la escuela. Llegó tarde a casa. Su padre le regañó. Luego de eso, fue a su habitación y se encerró.

— Mattie, ¿estás bien? —Alfred tocaba la puerta de su habitación insistentemente, pero Matt no abrió. Recordó lo que le habían dicho y cerró los ojos con fuerza, tratando de que las lágrimas no salieran. Se cubrió con su sábana y esperó a que Alfred se fuera.

Ya no hablaba con nadie, ni con su hermano o con su padre. No es que fuera antisocial o algo por el estilo, es sólo que ya no quería que lo golpearan. Ni escuchar a su padre decirle que era un bueno para nada.

Así que, ahora solo tenía a su mascota, su oso Kumajiro, el único con quien podía hablar.

Cada cosa que hagas es una excusa para golpearte. Lo sabes, ¿no, Matthew?

— Sí, sí lo sé. Ya no puedo jugar en el equipo de hockey, no puedo levantar la mano en clase, no puedo hablar ni con mi hermano. Y mi padre no me escucha. Ya no puedo hacer nada, Kumajiro.

Arthur no entendería nada de esto. Alfred tampoco. Pero tienes que hacer algo, sentado no lograrás nada. Yo sí te entiendo. Tal vez, hasta pueda ayudarte. Acabaremos con todo, claro, si me dejas aconsejarte —el joven ladeó un poco su cabeza como si así pudiese concentrarse mejor en lo que escuchaba —El miedo es normal pero estos niños abusan de ello. Si sigues así, continuarán humillándote, te encerrarán en algún salón, en el techo de la escuela o te amarrarán y te dejarán en la calle, en algún callejón oscuro. Sólo para verte llorar y suplicar.

— Soy invisible para todos… Y a veces me gustaría serlo también para ellos… — cerró sus ojos al momento que suspiraba — Para los maestros también lo soy, nunca me ayudan cuando los demás me golpean.

Para mí no eres invisible, Mattie. —el animal le sonrió. Hizo una pausa y continuó con el mismo tono serio de antes— Si nadie te ayuda, te dan ganas de hacer tu propia justicia, ¿o no? — el rubio asintió. Se quitó sus anteojos para limpiar unas lágrimas que comenzaban a salir —Evitar esa humillación, evitar el maltrato. Todo lo malo que te hacen sólo por ser diferente a ellos.

—Sí, sólo es por eso, estoy solo, sólo tú me escuchas. —Hizo una pausa y desvió la mirada

— He pensado en terminar con todo el sufrimiento y…

Con huir no resolverás nada. —le interrumpió— Anda, córtate las venas. Con eso, podrías hasta darles lo que quieren. Les demostrarías lo que dicen de ti. —sonrió con cinismo. Segundos después, comenzó a reírse — Cada que te veo traes nuevos moretones de tanto que te golpean. Sólo mírate, sin hacer nada, ya hasta das pena.

— ¿Qué puedo hacer, entonces?

Has aguantado demasiado, ¿no lo crees? Yo sí... ¿Sabes qué? Lucha, pequeño Mattie. Date a respetar; que te comiencen a notar y a tratarte con el respeto que mereces. Dime, ¿no estás harto ya de aguantar todo eso? —El rubio volvió a mirarle con más interés Véngate de todo aquél que te ha hecho daño, demuéstrales que no eres el debilucho que creen que eres.

El pequeño animal le sonrió (o eso pensó Matthew) y fue hacia la cama que tenía a un lado de la del chico. Se acomodó y se durmió. En cambio, Matthew se quedó sentado en el suelo, donde antes hablaba con Kumajiro, pensando en lo que él le había dicho. ¿Vengarse? No, él no era así y no iba a dejar que esos malnacidos le hicieran cambiar más de lo que ya había cambiado por su culpa.
Pasaron unos cuantos días y todo seguía igual en el colegio de Matthew. Estos cuatro chicos seguían golpeándolo cuando podían hacerlo mientras los maestros continuaban sin ayudarle. Mientras, él se la pasaba convenciéndose de que eran buenos muchachos, que un día cambiarían y dejarían de molestarle…
Cosa que no sucedió. Y esto terminó de molestar a Matthew. Tal vez la idea de Kumajiro no había sido tan mala…
Fue entonces que un viernes, a casi un mes de terminar el semestre, el chico asistió con algo más de ánimo a su escuela. Tanto, que luego de casi dos años, llegó temprano. Pero, en la entrada, ahí estaban ellos.

— Miren quien llegó — Lovino le dio un codazo a Antonio, llamando la atención de los otros tres.

Mon ami, es el pequeño Mattie — Francis se acercó un poco a Gilbert, señalándole con la mirada al rubio.

— Ahora sí llegó temprano — Antonio rió después del comentario.

Guten Morgen, Mattie, ¿cómo estás? — El albino se acercó a Matthew con los demás detrás de él. Tan pronto se acercaron, los cuatro sonrieron de modo burlesco.

Matthew no dijo nada. Sólo escuchó un suspiro propio y las risas de ellos antes de que comenzaran a golpearlo. Ni siquiera miró a donde estaban los demás, pues ya sabía que ninguno lo ayudaría. Minutos después, sonó la campana. Ya era hora de entrar, así que los cuatro se alejaron del rubio para ir a su salón.
El chico se quedó unos momentos ahí, riendo como si estuviera loco en vez de llorar como siempre lo hacía. "Sólo esperen; todo habrá terminado en un rato", pensó. Se levantó y se metió en un baño. Decidió esperar ahí unos momentos, sólo hasta que todos estuviesen en su respectivo salón y los pasillos, vacíos.

Se escurrió hasta la prefectura y agradeció que no hubiese nadie. Entró y tomó las llaves de su salón, luego, subió al tercer piso y fue a su aula. Se aseguró que no hubiese nadie ahí. Sacó unas botellas de gasolina de su mochila y, aprovechando que la puerta estaba en la parte posterior del aula, abrió sigilosamente y vertió el líquido de los recipientes en el suelo. Tomó las últimas dos botellas y aventó la gasolina para que cayera sobre todos. Algunos voltearon y, sin poder reaccionar, lo vieron en la entrada, encendiendo un fósforo y aventándolo hacia ellos.

Matthew cerró la puerta y la aseguró por fuera. Echó sus manos en sus bolsillos y retrocedió unos pasos, mirando con burla la puerta de su salón.

— Ya no soy un debilucho como ustedes pensaban, ¿o si lo soy? ¿Eh, Gilbert? ¿Francis? ¿Antonio? ¿Lovino? ¿Qué me dices tú, Alfie? ¿Soy el mismo chico débil que siempre va de llorón contigo? —murmuró el chico y luego de darle una última mirada al aula, comenzó a caminar mientras escuchaba los gritos de sus compañeros de clase y de su maestra de Biología dentro.

Minutos después de que el fuego comenzara, los bomberos habían llegado a la escuela, ubicaron el salón que se incendiaba y empezaron su labor para apagar el fuego y rescatar a los chicos que aun podían ser salvados. De todo el grupo, los bomberos lograron salvar a poco más de una cuarta parte de los alumnos pues cuando ellos llegaron, unos jóvenes habían sido alcanzados por las llamas mientras que, de otros, lo único que quedaba eran sus cadáveres calcinados.

Una vez que apagaron el fuego, se dieron cuenta de que la maestra del grupo no estaba, ni siquiera su cuerpo. Segundos después, un perro del equipo de bomberos empezó a olfatear algo en el pasillo entre los salones de la planta baja y el patio. Poco tardaron en darse cuenta de que se trataba de la maestra: al parecer se había lanzado desde una ventana en su intento histérico por huir del fuego.

— ¡Kumajiro! —Matthew saludó al osito en cuanto lo vio con una gran sonrisa en su rostro.

— ¡Lo hice! ¡Les demostré que no era el pequeño niño débil al que siempre podían golpear!

Me alegro, Mattie y dime, ¿Cómo te va ahora? Ya no te había visto…

— Ya lo sé, han pasado ¿qué? Cuatro meses, ¿no? —se ensanchó la sonrisa del chico. Después, su rostro reflejaba nostalgia —Es que ya no he ido a la escuela ni a casa, pero ¿sabes? Me gusta este lugar. Aquí no hay nadie que me moleste o que me golpee. Aquí no me tratan mal —sonrió de nuevo.

Entonces, te va mucho mejor ahora.

— ¡Sí! —aquella sonrisa volvió al rostro de Matthew— Todo es casi perfecto aquí, te digo, ¡nadie me hace nada malo! Lo único que no me gusta es que a veces me dan pastillas. Dicen las enfermeras que son para tranquilizarme… pero saben mal.

Eso no durará mucho, Mattie, no te preocupes.
Ambos voltearon hacia la puerta cuando alguien la abrió. No podían ver quién era, sólo veían una sombra.

— Hola, Matthew —el hombre se acercó al rubio. Una enfermera entró detrás del hombre, con una inyección en una mano y un par de pastillas en la otra.

— ¿Qué hice mal con estos chicos? —se preguntó Arthur en voz baja mientras veía a aquellas personas entrar a la habitación en la que estaba su hijo, tratando de de recordar si había fallado en algo al educar a Matthew o a Alfred; ahora ninguno de ellos estaba con él.


Traducciones:
Mon ami: Mi amigo.
Guten Morgen: Buenos días.

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